Cada vez se vive de manera más acelerada; la gente corre más y a su vez disfruta menos.
Entre las congestiones de tránsito, amaneceres tardíos, múltiples ocupaciones, actividades de recreo, redes sociales, desilusiones políticas, esperas de transporte... LA VIDA SE NOS ESCAPA.
Hoy escribo esta nota rápida, cansado, ¡pero feliz!
Hay días en los que uno realmente sabe que la fuerza física baja sus niveles habituales, sin embargo, hasta eso se puede disfrutar.
Los invito a reflexionar sobre el montón de cosas que hacen, y entre todas esas, cuáles les aportan felicidad... El hecho de cansarse físicamente no siempre es malo.
Una maratón, por ejemplo; genera felicidad, satisfacción, orgullo, pero también cansancio. Un viaje genera alegrías, pero las horas en un automóvil o un avión, consecuentemente producen algo de cansancio físico. Una nueva rutina en el gym hace notar los resultados, pero indudablemente conlleva esfuerzo, y del que cansa... pero físicamente.
¡Salgamos a cansarnos, pero solo físicanente! La actitud, la gana y la sonrisa no pueden decaer...
¡SOLO SE VIVE UNA VEZ!
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